En conmemoración del 50.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Tailandia, el Museo del Palacio Imperial y el Departamento de Bellas Artes del Ministerio de Cultura de Tailandia organizaron conjuntamente la exhibición especial “Amistad dorada, brillantez compartida: una exposición especial por el 50.° aniversario de relaciones diplomáticas entre Tailandia y China”. La exposición se llevará a cabo del 18 de noviembre de 2025 al 24 de febrero de 2026 en el Salón de Brillantez Literaria (Wenhuadian) del Museo del Palacio Imperial. Con más de 240 valiosas piezas (juegos) de reliquias culturales de China y Tailandia, la exhibición promete ofrecer al público un panorama del intercambio civilizacional entre ambos países que abarca milenios.
La amistad entre China y Tailandia se remonta a tiempos inmemoriales. Ya durante la dinastía Han del Oeste, las flotas chinas llegaron a las proximidades de lo que hoy es Tailandia. Con el auge de la Ruta Marítima de la Seda en las dinastías Tang y Song, los intercambios comerciales entre ambos territorios se intensificaron aún más. A partir de la dinastía Yuan, las misiones diplomáticas entre ambos países se hicieron frecuentes, caracterizadas por un constante intercambio de obsequios. Estas valiosas ofrendas, transportadas a través de montañas y mares, junto con los canales de comunicación que conectaban norte y sur, son testigo de los lazos de amistad sostenidos a lo largo del tiempo.
El 1 de julio de 1975, China y Tailandia establecieron formalmente relaciones diplomáticas. Durante los últimos 50 años, los vínculos bilaterales se han profundizado de manera continua, con los pueblos de ambas naciones caminando codo a codo, prestándose apoyo mutuo en todo momento.
Esta exposición especial constituye tanto un reflejo de la historia milenaria de intercambios como un sincero homenaje al 50.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Tailandia.
El dicho “amistad dorada” (金邻, literalmente significa vecinos dorados) tiene su origen en registros de antiguos textos chinos donde se refiere a la región de la actual Tailandia como una tierra abundante en oro y plata. La exposición adopta el tema “Amistad dorada, brillantez compartida” (金邻共曜), para dar cuenta de cómo las civilizaciones de ambas naciones han servido como un faro de luz mutuo, avanzando juntas en un intercambio de inspiración e interconexión hacia un futuro brillante.
La exposición se divide en cuatro unidades: “Resplandor entrelazado”, “Devociones inquebrantables”, “Ingenio sin límites” y “Del pasado al presente”. La línea narrativa principal sigue el desarrollo del arte tailandés, comenzando por la cerámica pintada y los bronces del sitio de Ban Chiang, pasando por las solemnes esculturas budistas y los exquisitos objetos de la realeza, hasta la herencia de las técnicas modernas y contemporáneas. En base a la información histórica contenida en las reliquias culturales, esta línea principal entrelaza el proceso histórico y los capítulos brillantes del desarrollo cultural y artístico de Tailandia. La línea narrativa secundaria, a través de reliquias que reflejan el comercio, el intercambio de obsequios y la interacción técnica entre China y Tailandia, traza el curso de un diálogo civilizacional continuo a lo largo de la historia entre ambos países.
La exposición reúne numerosos tesoros de 11 museos nacionales e instituciones tailandesas, incluyendo la vasija de cerámica pintada con motivos en espiral del Museo Nacional de Ban Chiang, la decoración de frontón con deidades en relieve sobre fondo blanco y pigmento marrón del Museo Nacional de Ramkhamhaeng, la imagen de Buda en bronce con corona realizando el gesto de vencer a Mara y la corona de Chulalongkorn incrustada con oro y vidrio del Museo Nacional de Chao Sam Phraya, el trono de madera tallada con incrustaciones de oro y motivos de flores y hojas del Museo Nacional de Tailandia, así como el modelo del Barco Real Suphannahong y máscaras de Khon de la Oficina de Artesanías Tradicionales del Departamento de Bellas Artes del Ministerio de Cultura de Tailandia.
El Museo del Palacio Imperial también hizo una selección meticulosa de diversas piezas de sus colecciones para enriquecer este evento, como un homenaje escrito sobre hojas de oro, un bol con motivos de deidades en esmalte sobre vidriado, una túnica masculina de mangas largas bordada en satén blanco con diseños de nubes, murciélagos y dragones, y un biombo con marco de madera de sándalo rojo bordado en oro con nueve dragones.
Al final de la exposición, se presenta una sección especial que muestra dos elefantes auspiciosos, uno procedente del Museo del Palacio Imperial y otro del Museo Nacional de Hariphunchai en Tailandia. Esto no solo destaca la simbología compartida del “elefante” como un motivo auspicioso en ambas culturas, sino que utiliza al “elefante” como metáfora para conectar pasado y presente, resaltando el brillo contemporáneo que emana de las historias de amistad entre China y Tailandia.
Para acompañar la exposición especial, el Museo del Palacio Imperial publicará simultáneamente un catálogo homónimo. Durante el período expositivo, se llevará a cabo una difusión a través de múltiples plataformas mediante los canales oficiales de nuevos medios, además de ofrecer al público una serie de conferencias académicas.
Esta exposición cuenta con el favor de la Embajada de Tailandia en China como copromotor, además del apoyo de la Fundación para la Preservación del Patrimonio Cultural del Museo del Palacio Imperial en Beijing y de fundaciones tailandesas.

